Soy Daniel Marcovich, Chat Marketer.
Llevo más de 15 años desarrollando Negocios Digitales, lo que me ha permitido vivir en distintos lugares del mundo haciendo lo que me gusta.
He ayudado a empresas y emprendedores a ganar dinero y ahorrar tiempo ofreciendo sus productos y servicios en internet aprovechando las automatizaciones, hoy con toda mi experiencia quiero mostrarte el camino para desarrollar e implementar estrategias de Chat Marketing y Chatbots, convirtiéndote en un Chat Marketer exitoso para que puedas obtener la vida que sueñas.
A los 15 años emprendí un proyecto en el sector de la alimentación, donde compraba frutas en el mercado principal de mi ciudad y las convertía en pulpas de frutas listas para preparar en los hogares de los consumidores.
Este emprendimiento lo desarrollé con un capital prestado y en la casa de mis padres.
Aprendí a gestionar los recursos, conocer sobre costos, utilidades, precios de venta, mercado y la competencia.
Trabajé en la Joyería de mis padres en un centro comercial de la ciudad, en algún momento surgió la oportunidad de abrir un pequeño negocio en la planta baja del mismo centro comercial naciendo La Magia del Reloj.
Este fue el primer negocio formal, donde a parte de pagar los gastos como el alquiler, condominio, colaboradores, estaba el pago de impuestos, contador, entre otros compromisos.
La Magia del Reloj fue una experiencia gratificante donde tuve la oportunidad de construir una marca, trabajar con personas a mi cargo, proveedores y clientes.
Ofrecíamos la venta y reparación de relojes, con el servicio de reparación surgió la necesidad de organizar el estatus de los relojes que dejaban los clientes, por lo que cree un software para la recepción y gestión de las reparaciones de relojes de los clientes, así saber cuando un reloj estaba en el taller, en espera por el repuesto, en la tienda o incluso entregado al cliente.
En los meses siguientes logré abrir una sucursal en otro centro comercial al otro lado de la ciudad, esto no fue una buena idea ya que las distancias me hacían perder mucho tiempo y energía.
En el 2006 tenía dos tiendas de la Magia del Reloj y había trabajado muchas horas en el software que gestionaba las reparaciones de relojes.
Gracias a la recomendación de Ronal me llamaron de un Hotel para ver cómo podía ayudarlos con su proyecto.
Me reuní con Claudio en el Hotel y el proyecto me gustó desde el comienzo, les recomendé comenzar desde cero con la estructura que yo tenía y aunque al principio dudaron les convencí.
Cerramos un trato que favorecía a ambas partes, ya que el software sería de mi propiedad y ellos disfrutarían del uso sin costes adicionales para todas sus sucursales y aliados, esto aumentó mucho mi compromiso y mi visión de a dónde podía llegar con este proyecto.
No pasó mucho tiempo y estaba viviendo todos los días en el Hotel, conociendo y aprendiendo sobre la operación, programando y diseñando por más de 18 horas diarias de domingo a domingo, fue un tiempo de mucho debate y resistencia ya que se debían modificar procesos, sin embargo siempre estaré muy agradecido con Claudio y todas las personas que estuvieron involucradas en este gran proyecto.
Desde el comienzo tuve la visión de ofrecer un software moderno, fácil de utilizar, amigable, que no necesitará instalación y que el soporte fuera 100% remoto, por esta razón lo desarrollé en un entorno web, aunque hoy en día esto es muy común, no lo era en esta fecha y fue una decisión compleja.
Pasaron dos años para ver algo utilizable, lo sé, es bastante tiempo, pero si tomamos en cuenta que contaba conmigo mismo para el desarrollo e implementación del software, podrías decir que fue un tiempo récord.
En la primera versión manejaba las reservaciones, registros de huéspedes, facturación, disponibilidad entre otras cosas que son necesarias para la administración hotelera.
Luego comencé con las instalaciones en otros hoteles de la cadena y posteriormente a hoteles que se convirtieron en nuevos clientes, sumando más de 30 hoteles a nivel nacional. Todo este crecimiento me llevó a abrir oficinas y contratar colaboradores para el soporte y la atención al cliente.
Este ha sido uno de los proyectos más importantes de mi vida, son pocas las líneas para describir todo lo que viví en estos años, todo el esfuerzo apostado a unos objetivos, competir con grandes empresas de software tanto nacionales como internacionales, bajo un país donde la inflación crecía a pasos muy acelerados.
Solo puedo decir gracias a todas las personas que aportaron en este gran proyecto y a las personas que creyeron en mí.
Continuando con los clientes cada vez más numerosos y solicitando más servicios. nos llevó a abrir nuevas oficinas y la marca Marcovich Solutions tomó más relevancia, ofreciendo no solo el software para hoteles, sino también nuevos servicios como Gestión de Redes Sociales, Diseño Web, Diseño Gráfico, Campañas publicitarias en Google Ads y Facebook Ads entre otros.
De un momento a otro éramos más de 10 colaboradores trabajando en dos oficinas en el centro de la ciudad.
Fue una época emocionante, muchas cosas eran nuevas, empezábamos a entender el Facebook cuando llegó Instagram, Twitter, Google +, la publicidad digital entre otras aplicaciones, pero poco a poco fuimos construyendo un camino para darle los mejores servicios a nuestros clientes.
Marcovich Solutions se convirtió en una agencia de publicidad, ayudamos a clientes en su mayoría hoteles a tener presencia en internet y una identidad de marca.
Durante estos años abrimos proyectos como MSClics donde ofreciamos landings sobre una plataforma propia con campañas en Google Ads, dando muy buenos resultados a los clientes.
En general había mucho trabajo, sin embargo, era mucho esfuerzo y los ingresos no alcanzaban para pagar las cuentas, teníamos clientes y de hecho estaban contentos, sin embargo la inflación nos afectaba a todos.
De un momento a otro estaba en el aeropuerto de mi ciudad debatiendo cuál sería el destino al que me iría sin ningún motivo más que buscar un mejor futuro por 3 meses, sin nada seguro y solo con el dinero para pagar el pasaje, tenía en frente dos destinos, Madrid y Panamá.
Siendo muy sincero, me dio mucho miedo irme tan lejos, así que decidí irme a Panamá, esto me ubicaba a solo dos horas de distancia.
Desde el momento que compré el pasaje hasta que viaje un 12 de octubre del 2014, me puse en movimiento para saber qué haría, qué oportunidades tendría, así fue como organicé todo lo necesario para abrir Marcovich Solutions en Panamá ampliando la posibilidad de tener ingresos en dólares que era uno de los dolores que tenía en ese momento en mi país.
Muchas puertas se abrieron antes del viaje y durante mis primeros meses en Panamá, muchas gracias a Ali Carrizalez por orientarme y ayudarme con los primeros pasos en Panamá.
Luego de la apertura comenzó la búsqueda de clientes, conocer el mercado, la cultura y la económica. Está etapa fue difícil, se gastaba bastante dinero por estar allí mientras dirigía a más de 20 personas en Barquisimeto desde la distancia.
Logramos cerrar varios clientes con buenos contratos, lo que nos mantuvo y nos dio la certeza de que la decisión de haber salido de Barquisimeto había sido correcta.
Durante muchos años mi vida fue de altos y bajos muy marcados, batallando con muchas áreas y sin la educación financiera correcta, me vi muchas veces empezando desde cero o incluso más abajo, sin embargo esto solo me empujaba a reinventarme y seguir buscando la manera de lograrlo.
Estuve viajando entre Venezuela y Panamá, atendiendo clientes en Panamá y manteniendo en lo posible las oficinas en Venezuela, este modelo me permitió capitalizar y convertirme más en un consultor aprovechando cada hora que estaba en Panamá mientras abarataba los costos cuando estaba en Venezuela.
En un momento comencé a trabajar para una gran empresa donde estuve a cargo de la publicidad y comunicación interna de un conjunto de edificios de oficinas.
A pesar de haber sido un año duro, logré compartir con mi hermana en Panamá unos días inolvidables donde nos lanzamos de paracaídas, anduvimos en helicóptero, paseamos y hasta le gané en kartings.
Lo se, mi historia tiene muchos contrastes, ahora que lo escribo, pienso que me he mantenido de un extremo a otro.
Un año muy movido, lleno de mucha creatividad y disfrute. Un día iba caminando por el centro comercial y se me ocurrió comprar una cámara fotográfica, podríamos decir que solo me pareció una buena idea, una razón para salir a explorar el mundo y mi lado derecho del cerebro.
Con la cámara en la mano me adentré en un mundo muy hermoso, busqué un curso con los amigos de Pibe Fotografía donde di mis primeros pasos, recuerdo que por ser muy analítico , aprendí muy rápido el manejo de la cámara, los valores que debía utilizar, cómo, cuándo y dónde, pero, la parte más subjetiva de la fotografía me hacía cortocircuito.
Me inscribí en clases de piano, batería y canto, me tomé en serio esto de explorar el lado derecho de mi cerebro, todas estas actividades me hicieron sentir muy conectado, aunque la que más logré desarrollar fue la fotografía.
Durante este año viajé a Cuba el cual fue un viaje mágico y especial, anduve con mi cámara por todos lados tomando miles de fotos, luego fui a varios lugares del interior de Panamá, Bogotá, Medellín, donde subí el Peñol, Aruba y Venezuela, todos lugares hermosos que compartí con personas muy especiales.
Asistí a conferencias, fui constantemente al teatro, celebré uno de mis mejores cumpleaños y conocí personas increíbles.
La cámara me permitió conectar con muchas personas y momentos, también me permitió fotografiar a personas muy especiales, a mis padres y hermanos, retratar esos momentos que puedo revivir en cualquier instante.
En este año contratamos una firma de asesores llamada Arquetipos, con las que estaré siempre agradecidos, ojalá los hubiera conocido antes, me ayudaron a organizar el negocio y a gestionar mejor los recursos, observando cambios significativos para el negocio.
Comenzó un año con buenas energías, la fotografía seguía en su fase exploratoria con cada sesión, aprendiendo con la experiencia. Luego tomé clases con Carlos Huerta quien me enseñó mucho sobre la edición, poses y me reto aún más mi lado derecho.
Aunque la fotografía no era mi fuente de ingresos principal, me permitió aprovechar la oportunidad de irme a New York y trabajar en un proyecto Videográfico con mi hermana Briggitt.
Otra vez yo diciendo sí a la aventura, desde afuera parecía que estaba disperso por tantas cosas que he intentado a lo largo de mi vida, pero a mis adentros pienso que mejor es vivir que pensar qué hubiera hecho si…
Ahí estaba yo en uno de mis lugares favoritos, sentado en el avión mirando por la ventana, lleno de sueños, sentimientos y aventura.
Ya me había mudado varias veces, pero esto fue diferente, otro cambio, el clima, el idioma y mi libertad, en New York estábamos a las afueras y no era nada fácil moverse como lo podía hacer en Panamá o cualquier otro lado que había ido.
Seguí trabajando con mis clientes de Panamá y otros países mientras desarrollaba el proyecto con mi hermana, mejore mi ingles y aprendí algunas cosas de la cultura, toque por primera vez la nieve y disfruté de momentos caminando en el Central Park, la Quinta Avenida, Times Square, Puente de Brooklyn, subir al mirador del Empire State, disfrutar de una ópera en Broadway, visitar el The Vessel, tomar el tren en el Grand Central Terminal entre muchas otras aventuras.
Conocí Boston, me disfracé y viví el Halloween Gringo, jugué horas y horas al tenis, sintiéndome todo un campeón con la pelota verde, aprendí mucho sobre grabación y edición de videos, desarrollando el proyecto con alta calidad.
El proyecto en New York terminó, yo regresé a Panamá para comenzar nuevamente desde cero, siempre han existido clientes con los que he estado trabajando, pero las cosas en Venezuela iban cada vez empeorando, por lo que decidí cerrar completamente las oficinas y reestructurar la manera en que trabajaba.
Pocas semanas después sin darme cuenta anuncian que estamos ante una Pandemia, fue un momento de cambios profundos, durante mucho tiempo estuve acostumbrado a comer en la calle a diario con un sobrepeso que ya pasaba los 108 kilos, así que la Pandemia era una señal para organizarme completamente.
Por economía y salud bajé todo el gasto de comida fuera de la casa, comencé a conectarme con lo que comía y me hacía bien, empecé con unos batidos verdes y posteriormente fui dejando harinas, dulces y cualquier cosa que no me aportará valor, como fue algo que realmente quería y estaba más preparado, no se hizo tan traumático.
Agregué un poco de ejercicio y en pocos meses ya había perdido 20 kilos, era otra persona.
Durante este tiempo en Panamá, solo podía salir dos veces por semana a una hora estipulada, entonces me enfoqué en proyectos personales, incursioné en el Marketing de Afiliados, obteniendo buenos resultados en ventas, luego conocí el mundo de los Chatbots con el que me enamoré a primera vista.
Fue muy fácil utilizar las herramientas y entender cómo podía sacarle provecho, fue muy emocionante, me sentí como cuando trabaja con mi proyecto del Software para Hoteles.
En poco tiempo decidí hacer mi propio programa de Chatbots el cual fui estructurando y grabando, para ello creé la marca Automatichat.
Este proceso fue muy complejo, no era fácil para mi salir en cámara, grabarme, comunicarme públicamente, sin embargo a medida que lo hacía iba mejorando.
Tenía días con el estrés y la incertidumbre de saber que seguía con todo esto de la pandemia, me sentía contra el reloj, tenía que generar ingresos con mis conocimientos, sin embargo también me sentía inspirado, emocionado y con mucha energía.
Con mucho esfuerzo logré grabar 40 lecciones del curso y lo lance al mercado, esto me permitió conocer personas increíbles del mundo del Marketing, quienes me tendieron la mano y me ayudaron a promocionar el curso.
Siempre estuvo en mi mente ir a Europa, y ahora se presentaba la segunda oportunidad, esta vez ir a Italia, suspiré, sentí que sería un viaje importante, reencontrarme con mis raíces aunque no conocería a un familiar en particular, pues mis abuelos no estaban cuando nací.
Era fácil para mí la decisión, lo único que me frenaba era el horario, estar a 6 o 7 horas de diferencia con mis clientes y trabajar en el horario de Italia, era como intentar conectar un Iphone con el cargador de Samsung.
3 días para tomar la decisión y decirle sí a las oportunidades, así fue como estaba en el Aeropuerto de Panamá cargado con 3 maletas y muchos sentimientos de volar a un lugar desconocido.
El comienzo fue emocionante, todo era nuevo, me gustaba escuchar el italiano, salir por las calles de Alessandria y vivir solo, ese espacio que es tan nutritivo.
Culminamos el 2020 compartiendo con mi hermano Jorge y mi Hermana Briggitt, extrañando en la distancia a mis padres, quienes por lo general veía cada año y está vez no se podía.
Trabajé duro tanto en el programa como en un proyecto en Italia, dormía por periodos de 2 a 3 horas para cumplir con todo, sin embargo esto no fue sostenible y me quedé con el programa Automatichat apostándolo todo.
Completé más de 70 lecciones para enseñar todo sobre Chatbots usando ManyChat, daba clases cada semana, me conectaba con diferentes personas para mostrarle mi proyecto, algunos creyeron y me ayudaron mucho.
Gracias a mi familia y a personas como Javier Coutinho, Erika Nova, Samir Lotuffo, Marcial Asuaje, Maria Torres, Erick Rodriguez, Andrea Quiceno, Fabian Moreno, Carolina Jimenez, Dario Erazo, Tatiana Human, Carlos Vasquez, Julian Gomez, Sebastian Moreno, Hugo Bazan, Ana Montaña, Lucas Daniel, que aportaron mucho valor en todo mi proceso, así como a los más de 300 estudiantes que compraron el programa.
Este año me tocó creer el doble en mi, trabajar en mi mentalidad a un nivel elevado, convertirme en una persona de alto rendimiento, dejar atrás los fracasos y centrarme en lo que quería lograr.
Me reinventé, comencé a conectar con las personas y a ofrecer mis servicios, aportar más valor e intentar muchas cosas hasta que salieran los casos de éxitos.
Evolucioné de los Chatbots al Chat Marketing, elevando el valor y aprovechando aún más mi experiencia, con todo esto me inspiré para impulsar una profesión llamada Chat Marketer con la finalidad de construir las bases y herramientas para que otras personas puedan vivir de una Profesión Digital y disfrutar de flexibilidad de tiempo y espacio, tal como lo he hecho durante los últimos 15 años de mi vida.
Con el desarrollo y ejecución del servicio como Chat Marketer he ido mostrando el valor que el Chat Marketing aporta en las estrategias de marketing digital para lanzamientos, marcas personales, negocios entre otros, abriendo nuevos caminos para los futuros Chat Marketers.
Mi misión es construir la comunidad más grande de Chat Marketers de Habla Hispana donde juntos nos ayudemos a crecer como profesionales.
Este año ha sido de crecimiento exponencial, incluyendo nuevos hábitos que me han permitido vivir mejor, disfrutar cada día y ser más agradecido por todas las experiencias y personas que me he encontrado en el camino.
Durante un mes estuve viajando con mi hermana a Madrid, Isla de Mallorca, Roma, Milano, Florencia, Pisa, entre otros lugares fantásticos.
Muchas veces miro fotos para recordar que emprender es una montaña llena de emociones, de extremos, pero sobre todo de libertad.
Continuo viviendo, experimentando, cometiendo errores y aprendiendo.
Solo existe este momento y no pienso desperdiciarlo.
